
La posibilidad de maravillarse con pequeñas cosas.
Octubre, 2020. Por Adrián Aguilar González. Msc. Arquitectura Bioclimática. Director General de 10˚84˚Arquitectura

Los recuerdos de que realmente nos han impactado, suelen venir acompañados no sólo del lugar donde ocurrieron, sino de algún otro estímulo a nuestros sentidos. La combinación de dos o más de estos estímulos, pueden traer de nuevo estas experiencias.
En un artículo digital publicado por la revista Lifestyle (https://lifestyle.americaeconomia.com), menciona que el economista chileno Manfred Max-Neef, “inspirado en que “lo pequeño puede ser maravilloso”, desarrolló una tesis que plantea las necesidades humanas básicas, inspiradas en la calidad de vida. Entre ellas destaca estos consejos prácticos:
* Disfrutar la vida. Aprender cosas nuevas, escuchar buena música y estimular el ánimo de la manera que sea.
* Aprovechar las mínimas cosas, todos los días.
* Conocerse a uno mismo. Preguntarse qué nos hace feliz y qué no. Enfocarse en los buenos momentos para atraer otros mejores aún.
* Aprovechar el tiempo de la mejor manera y con las personas correctas.
* Expresar los sentimientos. Exteriorizando temores, ansiedades, sensaciones, que pueden ayudar a sentirse mejor.
* Dejar atrás viejos rencores.
* Fomentar la importancia de escuchar a otros, comprender y perdonar.
* Potenciar la solidaridad. Hacer algo bueno por alguien, todas las veces que se pueda. Las buenas acciones potencian la energía, aumentan la felicidad, traen satisfacción, mejoran la autoestima y la salud en general.
* Mantener una actitud positiva ante la vida, y ante los demás.
* Cuidarse, en cuerpo y mente.”

La atmósfera en la que habitamos nos permite desarrollar nuestro crecimiento en un mayor o menor grado. Estímulos como los aromas, la luz, la temperatura, entre otros; nos permiten estar alertas a lo que sucede a nuestro alrededor, posibilitando que aprovechemos al máximo nuestra experiencia de estar vivos.
Casi todas estas recomendaciones se pueden asociar a una atmósfera específica, compuesta por elementos construidos o naturales, dispuestos de una manera determinada para lograr su objetivo.
Nuestros momentos de realización personal, así como los buenos y malos recuerdos que tenemos, están acompañados por el lugar donde sucedieron. Estos espacios, así como la atmósfera que se generó junto a otros estímulos (olores, texturas, melodías, temperatura, etc.) nos dejan marcados de una u otra manera. De ahí la importancia de potenciar el crecimiento personal mediante espacios que así lo permitan, enfocándose en las particularidades y deseos personales o colectivos.
La arquitectura y el diseño interno permiten que alcancemos esa conexión interna tan necesaria en la actualidad, por eso es importante considerar y conocer los efectos del espacio, así como las herramientas y proceso de diseño a la hora de proyectar los lugares que habitaremos. Pensar en qué facilita esa conexión, le permitirá evaluar si su espacio tiene todo lo que necesita.